ODS 2030 o cómo reconfigurar la carga aérea en menos de 8 años

ODS 2030 o cómo reconfigurar la carga aérea en menos de 8 años

El transporte aéreo es un motor crucial para el crecimiento económico y social. Ahora, desempeñando un papel esencial en el apoyo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, afronta uno de sus mayores retos: reconfigurar su funcionamiento en menos de una década.

En 2015, todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron 17 Objetivos como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en la cual se establecía un plan para alcanzar los Objetivos en 15 años.

Actualmente, se está progresando en muchos lugares, pero, en general, las medidas encaminadas a hacer de este un mundo mejor no avanzan a la velocidad y escala necesarias. 7 años más tarde, toca hacer un balance de la situación de la carga aérea respecto a este desafío sin precedentes.

¿Cuál es el papel del transporte aéreo de mercancías en la Agenda 2030?

Tal y como recoge la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organismo dependiente de la ONU, la carga aérea es un factor clave para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

La carga aérea desempeña un papel como facilitador del comercio para los pequeños estados insulares en desarrollo (SIDS), los países en desarrollo sin litoral (LLDC) y los países menos adelantados (LDC), ofreciendo una oportunidad para vincular mercados remotos y conectarlos entre continentes, así como con en la cadena de suministro global.

Los beneficios tangibles del comercio internacional en la reducción de la pobreza, así como en la economía informal, son ampliamente reconocidos. Según la Organización Mundial del Comercio y el Banco Mundial, el comercio contribuye directamente a la reducción de la pobreza al abrir nuevas oportunidades de empleo. Por ejemplo, el comercio internacional beneficia a los productores agrícolas al expandir los sectores de exportación y generar cambios estructurales en la economía. Aquí es donde la carga aérea juega un papel importante.

Del mismo modo, esta modalidad ha funcionado en numerosas ocasiones como línea de vida y enlace de atención médica para muchas comunidades remotas, donde la carga aérea a veces proporciona el único medio de transporte para entregar ayuda humanitaria urgente.

Mapa hacia una carga aérea sostenible

Sin embargo, el papel crucial de la industria, que ha consolidado su actividad como un eje vertebrador de la economía a lo largo de la historia, hace que contraste su importancia en el tejido empresarial y su impacto sobre otros objetivos, como los medioambientales.

Conscientes de ello, cada vez son más los operadores que no sólo se suman al reto planteado por Naciones Unidas, también diseñan estrategias conjuntas para hacer de la carga aérea un sector respetuoso con el medioambiente.

Un primer paso

Abordando esta cuenta atrás, Asociación Internacional de Carga Aérea (TIACA) dio hace pocos meses un paso muy importante: publicó la primera hoja de ruta para alcanzar la sostenibilidad de la industria.

Diseñada para apoyar a la carga aérea a través de “un periodo de transformación”, el documento asentó 30 prioridades que abordan las 8 preocupaciones principales de la actividad respecto a la Agenda 2030.

  1. Descarbonización
  2. Eliminación de residuos
  3. Protección de la biodiversidad
  4. Apoyo a las economías y comunidades locales
  5. Mejorar la vida y el bienestar
  6. Mejorar la eficiencia y la rentabilidad
  7. Atraer, retener y desarrollar empleados
  8. Creación y fomento de asociaciones

El momento de actuar

Mientras todas las miradas se dirigen hacia el futuro que nos dejará el paso de la pandemia, la carga aérea sigue sumergiéndose en el tema de la sostenibilidad, imprescindible para el éxito de la industria.

“Anticipamos que se convertirá en nuestra licencia para operar con clientes de la industria y socios comerciales que exigen excelencia en todos los aspectos del desempeño sostenible; por lo tanto, el momento de actuar es ahora”, explicaba el director general de TIACA, Glyn Hughes.

Un esfuerzo colectivo

No obstante, más allá de convertirse en una licencia de crecimiento de la industria, organizaciones como la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), que certifica la actividad de Cotransa, apelan a la colaboración para abordar el camino desde la estabilización a las cero emisiones.

En esta línea, aclara que son cada vez más los transportistas que informan sobre el nivel de emisiones que producen, buscando opciones neutrales en carbono.

Con esta fecha límite en mente, la industria propone reducir tanto CO2 como sea posible a partir de soluciones dentro del propio sector, como combustibles de aviación sostenibles, tecnología aeronáutica de vanguardia, operaciones e infraestructura más eficientes y el desarrollo de nuevas fuentes de energía de cero emisiones, como la energía eléctrica y de hidrógeno.

Cualquier emisión que no pueda eliminarse en la propia fuente, se eliminará a través de soluciones externas, como la captura y almacenamiento de carbono, y esquemas de compensación fiables.