Las inclemencias meteorológicas y su impacto en la logística y el comercio internacional

Las inclemencias meteorológicas y su impacto en la logística y el comercio internacional

Los efectos del cambio climático son una realidad y cada vez se hacen más evidentes en forma de inclemencias meteorológicas. Las consecuencias en el clima afectan a todos los sectores de la sociedad actual, incluido en el de la logística y el comercio internacional.

Para pararlo, los mercados deben unificar sus fuerzas y tomar la vía más ecológica posible. El reto más acuciante está en encontrar el equilibrio entre la sostenibilidad y la eficiencia económica.

¿Cuáles son las inclemencias meteorológicas causadas por el cambio climático?

El cambio climático no conoce fronteras y sus consecuencias tampoco. Las secuelas de la contaminación, han aumentado las temperaturas a nivel global. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) hay aproximadamente un 40% de posibilidades de que en los próximos cinco años la temperatura media mundial supere en 1,5 °C los niveles preindustriales.

Aunque a priori, no parezca demasiado, este brusco cambio de temperatura puede tener graves consecuencias, como: el acelerado deshielo de los cascos polares, el aumento del nivel del mar, el incremento de las olas de calor, la proliferación de fenómenos meteorológicos extremos, la extinción de especies o la desertización. Y estos son sólo algunos de los efectos más evidentes.

Los costes para la sociedad y la economía

Los daños que provocan las inclemencias meteorológicas a nivel social y económico son incalculables. Las propiedades, las infraestructuras y la salud pública se ven severamente afectadas por la dureza climática y, cada vez más, mantenerlos en buen estado requiere de una mayor cantidad de recursos y gastos.

Para apreciar los enormes costes que provocan las inclemencias meteorológicas sólo debemos leer una cifra: únicamente las inundaciones acontecidas entre 1980 y 2011 afectaron a más de 5,5 millones de personas y causaron pérdidas económicas directas por más de 90.000 millones de euros.

Impacto en la logística y en el comercio internacional

El sector de la logística ha comprendido su papel para minimizar el impacto medioambiental y las inclemencias meteorológicas derivadas de este. En la actualidad, el transporte de carga por carretera (el más contaminante) se está enfocando en electrificar sus sistemas y medios de transporte y, también, en mejorar la eficiencia energética de sus vehículos.

De hecho, el programa de movilidad eléctrica de ONU Medio Ambiente trabaja a nivel global para lograr la transición completa hacia los vehículos eléctricos. Con el fin de promover las mejores prácticas medioambientales en el transporte e impulsar el desarrollo de estrategias y planes de trabajo a nivel regional y nacional.

Además, para minimizar el impacto medioambiental, el sector logístico busca mejorar sus sistemas y procesos, con el fin de agilizar las cadenas de suministro y llevar a cabo rutas inteligentes. Es decir, que requieran de menos tiempo y kilómetros para llevar los pedidos a su destino final.

Por otro lado, si ponemos el foco en el comercio internacional, se están implementando los mejores modelos de transporte para minimizar lo máximo posible la contaminación a largas distancias. El transporte multimodal se puede aplicar en estos casos para llevar a cabo un comercio internacional más sostenible. Este modelo consiste en utilizar el medio de transporte menos contaminante para cada tramo de recorrido.

Por ejemplo, si un paquete sale de Madrid y tiene como destino Canarias, lo más adecuado sería transportarlo desde la capital española hasta Cádiz en un camión eléctrico o en tren, y de ahí en barco hasta las islas del atlántico.

Claves para minimizar el impacto de las inclemencias meteorológicas

La Directiva 2008/114/CE de la Unión Europea sobre la identificación y designación de infraestructuras críticas europeas, fue aprobada en 2008. Estos estándares de construcción de carreteras y ferrocarriles se basan en condiciones climáticas del pasado.

Las degradaciones pueden acelerarse e intensificarse debido las consecuencias meteorológicas del cambio climático. Es decir, que la criticidad de las infraestructuras aumenta cada vez más rápido. Por lo que implementar una normativa de mantenimiento y reparaciones anticuada, hace que aumenten las posibilidades de accidentarse durante el transporte de mercancías.

Para que la logística esté realmente preparada para las inclemencias meteorológicas presentes y futuras, debe enfocarse en actualizar la normativa. Si se aumentan las revisiones para un mejor mantenimiento de las infraestructuras, se podrán reparar las vías afectadas a tiempo y se evitarán consecuencias mayores.

Por lo que los planificadores de transporte deben mirar hacia el futuro y adoptar estrategias adaptadas a las inclemencias que azotan hoy al planeta, para adaptarse lo mejor posible al cambio climático.

En definitiva, el sector logístico tiene un papel fundamental para minimizar el impacto medioambiental y a su vez, las inclemencias meteorológicas provocadas por este. De esta manera, tanto el sector logístico y el comercio internacional como toda la sociedad, se beneficiarán de un clima estable, predecible y seguro.