La carga aérea dice adiós al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México

Tras el decreto que cancela las operaciones de carga en el AICM, publicado en febrero por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México cede su testigo al nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

A partir del 2 de febrero, momento en el cual se comunicó oficialmente la medida, las empresas cargueras comenzaron una cuenta atrás en la que, en un máximo de 108 días hábiles, debían asumir el cambio.

“Queda cerrado el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México Benito Juárez, para las operaciones de los concesionarios y permisionarios que proporcionan el servicio al público de transporte aéreo nacional e internacional regular y no regular, exclusivo de carga. Quedan exceptuados los concesionarios y permisionarios que presten servicios combinados de pasajeros y de carga, siempre que la carga sea transportada en las mismas aeronaves que los pasajeros”, refiere el escrito.

En este sentido, antes del 7 de julio, las aerolíneas deberán adaptar sus operativas para trasladar las más de 570.000 toneladas de carga anuales que se gestionan en la antigua terminal y representan un 3% del total de vuelos.

El impacto directo de esta medida, adelantado por la Secretaría de Infraestructuras, Comunicaciones y Transportes, estima que cada permisionario tendrá que hacer frente al desembolso del equivalente a entre 30.000 y 50.000 euros por la reubicación de equipo, contratación de personal y los cambios en sus actuales permisos de concesión para operar en AIFA.

Sin embargo, más allá del prisma económico, hay otra serie de aspectos que han suscitado múltiples cuestiones logísticas en torno al cambio que, desde COTRANSA, queremos responder.

¿Por qué se han trasladado las operativas?

La decisión de cerrar los cielos capitalinos a los vuelos de carga responde, según las autoridades, a la necesidad de “que haya más amplitud en el aeropuerto, que está saturado” y de dar más uso a las instalaciones de AIFA, “buenas y modernas”.

Así, uno de los principales argumentos de esta medida a contra reloj es la saturación de operaciones del AICM, a pesar de que el 97% del total de vuelos correspondan a pasajeros y no mercancías.

¿Dónde está el nuevo aeropuerto?

Desde que se anunciara la medida, algunas empresas han empezado a migrar sus operaciones al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), más conocido por el código IATA NLU. Este se encuentra a 40 km de distancia de Ciudad de México, el equivalente a un trayecto de dos horas en camión.

Sin embargo, la asignación de camiones puede demorar hasta 5 o 6 días, según el retraso y la disponibilidad de estos camiones.

¿Está ya autorizado el nuevo aeropuerto para realizar los procedimientos aduaneros?

El aeropuerto NLU aún no está autorizado para procesar el despacho de aduana, por lo que las cargas descargadas allí deben transportarse al aeropuerto de Ciudad de México, lo que implica un incremento en el tiempo de tránsito y costes adicionales.

¿Qué estamos haciendo en COTRANSA?

En COTRANSA estamos preparados para el cambio. Tenemos un centro de distribución situado entre los aeropuertos con varias ventajas, como una superficie de almacenamiento de 16.360 metros cuadrados, cámaras frigoríficas exclusivas para productos farmacéuticos y perecederos, licencia sanitaria COFEPRIS, punto de inspección Senasica y certificaciones CEIV PHARMA, ISO 9001 y OEA.

Dada la nueva situación, recomendamos verificar el aeropuerto de destino antes de hacer una reserva y usar otros aeropuertos según la entrega final. Siempre que se generen costes adicionales por parte de la aerolínea o handlings, notificaremos inmediatamente a nuestros clientes.