¿Cómo afecta el Año Nuevo Chino a la logística?

La interconexión de la que goza el sistema logístico mundial hace que se vea afectado por acontecimientos de cualquier parte del mundo. Siendo China un eje clave en la actividad del sector, su festividad de año nuevo incide de manera directa en los procedimientos y gestiones logísticas. Por ello, contar con una buena base de información y planificación puede ayudar a hacer frente a sucesos como éste.

China conforma en la actualidad un papel esencial en el mercado global. Según el estudio China Outlook 2018 de la consultora KPMG este país aporta casi un tercio del PIB mundial.

Debido a la globalización que se ha dado en prácticamente todos los sectores de la industria, las consecuencias del Año Nuevo Chino – también denominado Año Lunar o Festival de Primavera – afectan directamente a países como España.

En este contexto, analizar sus efectos resulta esencial para poder continuar con una buena actividad logística sin sufrir trabas.

¿Cuál es su duración?

La fecha de esta celebración cambia cada año debido al calendario lunar. Este 2023 la festividad ha comenzado el 22 de enero y, teniendo a partir de esta fecha 7 días festivos, volvieron a la “normalidad” el 27 de enero. Pese a ello, la bienvenida al año suele alargarse hasta el Festival de los Faroles – 5 de febrero -.

Podríamos decir que esta celebración dura aproximadamente una quincena. Siendo uno de los festivos más importantes para los ciudadanos chinos, mucha de la actividad realizada durante este periodo de fechas vive importantes cambios – mayoritariamente en las producciones y envíos de las mercancías, que llegan a sufrir grandes retrasos -.

Cómo hacer frente a su impacto logístico

La paralización de las fábricas se ve representada en el cese de producción, y, por tanto, en una gran disminución de exportaciones que generan un gran impacto en las cadenas de suministro mundiales.

Los retrasos en la recepción de mercancías, escasez de contenedores, paros en la actividad o la falta de transportistas son sólo algunas de las consecuencias que genera la festividad de este inicio de año.

Afrontar este alto volumen de desafíos resulta prácticamente imposible si nos fijamos en las fechas que se da esta celebración. Así, enero resulta un mes complicado. No son sólo los efectos de los conflictos que se están viviendo de manera global como el ruso – ucraniano o las distintas tensiones vividas en el resto del mundo – que como pudimos ver hace unos meses con el bloqueo marítimo vivido en Taiwán, afectan de lleno a nuestro país -, la inflación es otro gran eje sobre el que se sustenta la inestabilidad característica del sector.

Por ello, este primer mes de 2023 debe equilibrar los efectos económicos con los altos picos de demanda que se dan sobre estas fechas, todo ello unido al Año Nuevo Chino. Desde esta perspectiva resulta una situación algo caótica, pero poder afrontarla es posible, ¿quieres saber cómo?

1.Conocer

Un paso esencial para poder continuar con tu actividad sin que te afecten de manera directa las consecuencias de esta festividad es conocer el entorno. Como ya se ha comentado, saber las fechas en las que habrá paros en las fábricas, los efectos sobre la situación que se vive en tu propio país y otros posibles acontecimientos que puedan afectar de lleno a tus gestiones resulta clave para poder minimizar sus efectos.

2.Anticiparse

Con toda la información de tu mano el siguiente paso está claro. Adelantarse al problema puede llegar a solucionarlo en muchas ocasiones. Por ello hay una serie de acciones recomendables a tomar, como adelantar las gestiones de modo que no afecte en gran parte de la actividad.

Optar por un proveedor cercano puede ser también una gran decisión si nos enfocamos en las grandes ventajas que puede generar. Con la profesionalidad como valor clave se debe tener en cuenta que un factor diferencial del sector de la logística y el transporte es la colaboración. En fechas como esta se puede buscar cooperar con los distintos negocios para lograr resultados positivos para ambos.

Sin duda poder anticiparse al problema resulta esencial para lograr una buena organización y gestión de los recursos.